GEMIDOS DE DOLOR DEL ALMA CON SUPLICAS DE PAZ A DIOS...IMÁGENES CON FRASES CRISTIANAS.

Hermoso Señor estoy aquí super triste, escucha mi oración y mi queja. Sé Señor que tú tienes todo bajo tu sabio control, sé que tus caminos no son mis caminos y tus pensamientos no son mis pensamiento.
Tú todo lo que haces es perfecto, y segura estoy que todos mis días en tus manos están cumpliendo tu perfecto plan. Sé que mi mente es reducida y por lo tanto, no te puedo igualar y esa es la razón por la que no alcanzo a comprender lo que tú piensas. Pero hoy pido Señor me enseñes ¡oh Dios! a ver toda mi vida como tú.
Se Señor que tú eres el alfarero y yo soy el barro. No hay lugar a discusión. Tú formas o deformas el barro como deseas. Señor yo quiero ser ese barro que se deja moldear, hacer o deshacer. Quiero que me guíes como guía el pastor a su noble oveja y quiero ser esa oveja humilde que sigue tus pisadas.
Señor tú eres el maestro, yo soy tu aprendiz, quiero aprender de ti y seguir tu ejemplar caminar. Señor entiendo que haces todo con un firme propósito, sin embargo, no logro comprender lo que tú planeas, no entiendo lo que haces y es apenas lógico porque tú eres Dios y yo soy un insignificante ser humano.
Señor, quiero entender porque quiero tener una explicación lógica, quiero pensar lo que tú has pensado. Señor, mi mente reducida no entiende ¿por qué, por qué alguien tan cercano a mí? ¿Por qué mi mejor amigo? ¿Por qué de esa forma? ¿Por qué en este momento? ¿Por qué se fue sin tenerte? ¿Por qué no fui yo la que está en ese ataúd? ¿Por qué me permitiste amarlo para luego perderlo y no tenerlo? ¿Por qué se apagó tan joven? ¿Por qué tengo que ser yo la que está llorando? ¿Por qué no pude estar en su sepelio? ¿Por qué no pude verlo por última vez? ¿Por qué no pude entender tu voz? ¿Por qué no nos pudimos encontrar por última vez? ¿Por qué lo amé tanto para cargar con este inmanejable dolor?

¿Por qué entonces nos permitiste tantos años? ¿Por qué se apagaron sus sueños y anhelos? ¿Qué fue tan determinante para que tomara la fatal decisión? ¿Por qué tomó esa salida? ¿Por qué no te aceptó? ¿Por qué decidió renunciar?...
Señor yo no dudo de ti, sé que tú eres perfecto y todo lo que haces y permites es perfecto, pero quiero entenderlo ¡quiero entender!
Esta partida me está doliendo tanto que me hace daño, mucho daño. Él es mi mejor amigo, sin embargo, él no confió en mí como su mejor amiga, aunque muchas veces me lo dijo, de ser así me habría confiado todo, me hubiera pedido ayuda y me hubiera dicho qué estaba pensando y qué estaba pasando.
Amado Señor perdóname por cuestionar tu plan perfecto, perdóname Padre por no entender, quiero que al saber y entenderlo todo, sepa también que así fue mejor. Te pido amado Padre, no me permitas vivir más semejante dolor, no quiero experimentarlo con otra persona. Me parte el alma, lloro por su ausencia, lloro por no verlo triunfar, lloro porque escogió un camino sin ti, lloro porque nadie podrá reemplazarlo, es imposible, lloro porque no podré verlo otra vez, lloro porque no podrá abrazarme otra vez, lloro porque sus anécdotas se fueron con él, ya no tendrán sentido sin él.

Siento amado Señor como si la vida y mis pensamientos se fueran detrás de él, de ese sueño que se fue. Sé que mi vida ya nunca será igual. Aunque quisiera también que esta situación no me afecte, pero ¿cómo no? si fue mi mejor amigo, el que me acompañó en todos los momentos, incluso sacrificando su bienestar. Me queda el consuelo y la satisfacción de que pudimos demostrarnos cuánto nos amábamos y a qué nivel llegó nuestra amistad. Sin razón alguna me amó. Sé que se apagó amándome, su cartita lo confirma, y yo me quedo amándolo también. Fue un amor genuino y sin fingimiento, no fue amañado ni egoísta, fue verdadero y único. Nunca habrá un amor así. Amado Amigo, quisiera saber cómo olvidarte y empezar de cero, olvidar todo lo que vivimos juntos pero también sé que es imposible hacerlo. No podré olvidarte, así que te tendré por siempre conmigo. Me has marcado la vida, has dejado una huella de amor puro y un sello imborrable de alegría y buen humor.

Amigo con el dolor más profundo te dejo ir, no me perteneces ni yo misma me pertenezco.
Adelante, sigue tu camino, es tu decisión, ¿qué más puedo hacer sino que lamentar y sentir dolor? No habrá quien te reemplace en mi vida, el vacío que me dejas es sólo tuyo, de nadie más. Nadie podrá vivir allí porque es tuyo. Estoy aquí lejos de ti, pero teniéndote presente, estoy estudiando, seguiré mi camino, ya no estás pero lucharé por lo que siempre soñamos juntos, lucharé a pesar de los altibajos de este camino y aun cuando el camino se vuelva cuesta arriba. Mis triunfos serán todos tuyos. Gracias por ser lo que fuiste, un excelente amigo y más que amigo mi hermano del alma. Estarás en las historias, en mi pasado pero siempre te tendré presente. Te amaré toda la vida, como siempre que pude te lo dije.

Cuidaré de nuestros amigos y estaré atenta a tu honorable familia que siento como mía.
Tengo miedo amigo, pero suelta mi mano, sigue el camino que has decidido. Te dejo ir. Vete amigo… Ha llegado mi hora, como dice Vidal, la de entender que nada es nuestro que todo lo tendremos que entregar y sólo en Dios está la vida y sólo él la puede quitar. Vivimos de prestado y tarde o temprano nos veremos cara a cara con aquél que nos dio la vida, nos Dios el agua, nos dio el valle y la montaña, el que nos hizo como niños, nos dio juegos de valor cierta dosis de cariño, nos dio sueños, nos dio humor... nos dio la vida.

Los designios  de Dios no pueden ser cambiados y menos cuestionados, mas los seres humanos somos débiles y frágiles  ante el dolor, la adversidad y la falta  de fe, nos pone frágiles a la duda.
Es triste y doloroso perder a un ser amado, pero todo tiene su tiempo, tiempo de duelo y tiempo de volver a empezar y dejar en manos de Dios, la paz y el descanso de  quienes parten antes que nosotros...Ellos ya se han ido y han cumplido su ciclo, nosotros quedamos a cumplir la voluntad de Dios, de la mejor manera intentando dejar huellas positivas de amor, fe, paz y felicidad en los corazones de los demás.

Dios, llene sus vidas de amor, paz, salud, éxito, felicidad y bendiciones.