lunes, 12 de julio de 2010
"VIVIR EL DÍA, A DÍA, AL MÁXIMO"....CON AMOR, EN PAZ Y CERCA DE DIOS.
" Vivir al Máximo", el momento que Dios nos dona (la vida), una frase que tenemos que hacer vida en todo momento. Una frase que nos recuerda una alegría cristiana, un sufrimiento no lejano, un compartir con todos, un enojarse como buen cristiano, una oración como la que hace todo buen creyente y aunque no queramos una frase que encierra hasta un llorar como todos y un sonreír y entregar alegría al mundo entero.
Vivir en un cielo ficticio, cuantas y cuantos hay que entran en éxtasis en una oración, en un encuentro juvenil,o en una amplia manifestación colectiva y quisieran decir “hagamos tres chozas, porque aquí si se siente bien”; recordemos que Jesús baja del monte de las bienaventuranzas a la realidad, porque su misión es estar ahí donde lo único que existe es cambiar a la realidad, porque su misión es estar ahí, donde lo único que existe es cambiar al sufrimiento en paz, al dolor en alegría, levantar al caído, dar una palabra de aliento o un apoyo a aquel que lo necesite, etc.. Si tú éxtasis o tu sentir mejor espiritualmente te lleva a abrirte al otro, a la otra , estas viviendo a tope la hora de Dios, porque esos momentos bellos con nuestros hermanos (fraternidad) y por ende con Dios nos tiene que dar el combustible para que la frase del Maestro “que todos sean uno como tu y yo Padre somos uno” se haga una realidad; a esta realidad se le llama “La hora de Dios”.
El tiempo, problema enorme para que los jóvenes puedan vivir a tope la hora de Dios, a partir de ahora observa en tu colegio, tu comunidad, tu grupo, en fin en tu realidad cotidiana el comportamiento del ser humano; siempre con prisas, corriendo, agitados, la música que se escucha es rápida en su ritmo, todo precisa para mañana; pero ¿llegará el mañana?, estamos seguros que llegará. Recordemos que el mañana no existe; el mañana lo creamos enfrentando nuestra realidad en el ya, transformándola. Ese vivir la hora de Dios, es precisamente disfrutar cada instante del tiempo que Dios nos regala a tope, hasta lo máximo, sin prisas, porque lo que importa es este ya, este segundo de vida, este regalo. Moldea tu vida (Dios no lo hará por ti) instante a instante, viviendo a plenitud la hora de Dios; muchos y muchas se atreven a vivir en el tiempo no a sobrevivir o existir en el tiempo,, porque ese vivir en el tiempo y con el tiempo es vivir a plenitud la resurrección de Jesús.
Vive tu vida al máximo, pero sin descontrol, vive tu vida al máximo entregando paz y amor, vive tu vida al máximo tendiéndole una mano al que más lo necesita,vive tu vida al máximo siempre de la mano de Dios.
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