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martes, 1 de mayo de 2018

DESESPERACIÓN...CORRÍ Y CORRÍ COMO SI FUESE A GASTAR EL DOLOR QUE LLEVABA POR DENTRO.


Comencé a correr como si corriendo sin parar se fuese a gastar el dolor que llevaba por dentro, como sin con cada paso dejara atrás un poco de ese peso que no me dejaba respirar.
El cielo estaba cubierto de nubes y el frío golpeaba mis manos haciéndolas sangrar; los árboles no tenían hojas y el césped era de color amarillo como si se hubiese quemado; el invierno hacia peor mi tristeza.
No sabía adonde ir, solo sabia que no podía detenerme, pues en el momento que lo hiciera recuperaría la conciencia de mi dolor.
¡Que confusión! que terrible es tener un problema y no saber donde buscar la solución, donde encontrar respuestas.
Miras al cielo esperando ver una señal o te volteas rápidamente esperando agarrar desprevenido a tu ángel guardián, pero no los ves y te sientes con mas ganas de correr como si en algún momento del camino los fueras a encontrar.
Te sientes cansado pero ello no mitiga tu dolor.
Quisiera encontrar algo que me haga perder la conciencia, que me aisle de la realidad.
Si por un golpe de suerte olvidara todo mi pasado y tuviera la oportunidad de comenzar de cero... pero también olvidaría los momentos alegres y a las personas que me han querido.
Corriendo y corriendo paso por el lado de algunas personas que sonríen, cual será la razón?, quizás ellos en algún momento también tuvieron problemas, como los habrán superado?
Me avergüenza reconocer que he pensado en soluciones drásticas, mi mente de la cual me sentía orgullosa ahora esta nublada, se que en alguna parte esta la respuesta pero no la encuentro.
Sigo corriendo, mis energías comienzan a agotarse, no puedo detenerme, no puedo!!! necesito continuar hasta que en algún momento me de cuenta de que he olvidado porque comencé a correr.
Me siento abandonada, todos lucen indiferentes al dolor ajeno... pero ellos no saben que sufro. En algún momento alguien se dará cuenta que lloro?... me detendrán para ayudarme o para ofrecerme ese abrazo que necesito tanto?...
Pero me doy cuenta, la solución no esta en ellos, esta en mi, tengo que encontrarla...
Me pregunto: que pensaré en el futuro cuando recuerde esto?
Lo inevitable llega, debo detenerme y al hacerlo me doy cuenta que el dolor sigue ahí y ahora tengo que emprender el camino de regreso, cansada y aun dolida, pero, finalmente no tengo que hacerlo, pues lo he imaginado todo y al volver a la realidad...
Me doy cuenta que el sol ha salido.
Lorena.

  Al abrirse una herida también se abren los ojos y a veces se cierra el corazón. Al cerrarse la herida queda una cicatriz, pero ya no hay motivos para no abrir las ventanas del alma de nuevo.
A veces Dios nos pone a prueba, porque Él tiene más fe en nosotros, que nosotros mismos.
Si Dios te está haciendo esperar, entonces prepárate para recibir más de lo que pediste.
Llénate de fuerzas y no desmayes, porque tú eres la promesa de Dios para alguien que te espera y reza por ti.
Nunca pienses que estas solo, o sola... cuando todavía tienes a Dios.
En las penas mira hacia arriba y comprende que Dios esta cuidando de ti. Él nunca abandona sus hijos.
Una vez más el Sol nace para ti y para mí. Una vez más Dios lo ha hecho posible.


No permitas que tu corazón se atormente, confía en DIOS, entrégale a Él todo lo que te preocupa y déjalo en sus manos. ¡Dios puede hacer todo, menos fallarte!.
Dios tiene para ti la clave para cada problema, una luz para cada sombra, un remedio para cada dolor y un plan nuevo para cada día.
A veces las cosas no salen como tu esperabas, porque lo que te espera es lo mejor de Dios!

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